Cita

Un libro abierto es un cerebro que habla; Cerrado un amigo que espera; Olvidado, un alma que perdona; Destruido, un corazón que llora
PROVERBIO HINDU

domingo, 18 de octubre de 2015

El principito: aprendiendo a mirar con los viejos ojos del alma


Hemos tenido una nueva reunión de soñadores, esta vez para tratar un pequeño gran libro que esta en el corazón de muchísima gente, un clásico de nuestros tiempos: “El principito” de A.Saint de Exupéry.

Este libro es realmente un libro de alma, contado de un modo sencillo, como si un cuento o fábula para niños se tratará, aunque los destinatarios serían aquellos adultos que aún no han perdido del todo a su niño interior, ese que se sorprende con las cosas invisibles que nos rodean, que se hace preguntas, que es capaz de enamorarse de una flor y hacerse amigo de un zorro.

En su viaje el principito se encuentra con diferentes personajes que le proporcionan enseñanzas y le hacen reflexionar, a veces por el comportamiento absurdo que poseen. 
Cada personaje representa algún aspecto o cualidad del ser humano que debemos trabajar.

A lo largo del viaje se nos muestra y enseña algo, y sobretodo nos admira esa capacidad del principito de preguntar cosas que realmente lo inquietan y no contentarse hasta lograr una respuesta que le ayude a entender.

En este mundo estamos tan acostumbrados a conformarnos con cualquier respuesta, si es que nos la dan, que no indagamos realmente sobre que buscamos, ya que esto supone mirar en nuestro interior.
También el principito nos enseña que este gran viaje de la vida continua de algún modo, no es más que tiempo para aprender y encontrar la manera de regresar a casa.

“... Parecerá que estoy muerto, pero no es verdad.
Yo me callaba.
—¿Comprendes? Es demasiado lejos y no puedo llevar este cuerpo que pesa demasiado.
Seguí callado.
—Será como una corteza vieja que se abandona. No son nada tristes las viejas cortezas...”

Dentro de todos los personajes que van apareciendo y enseñando en el viaje del principito hay varios que merecen mención especial. 

Por un lado la serpiente es un personaje enigmático que conoce todos los enigmas, le ayuda a volver a casa pero nos deja con más preguntas sin contestar, me pregunto si el hecho de que en todas las antiguas civilizaciones las serpientes representarán la sabiduría tiene algo que ver...





El zorro, ese pequeño maestro que le enseña al principito la importancia de crear lazos, de ser responsable de aquello que “domesticas”, y así entender la importancia de su rosa, y que dice una de las frases más conocidas del libro.

Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

Es el primer amigo real del principito porque es con el que comparte tiempo de verdad, luego el principito vierte todo lo aprendido en el aviador que también buscaba, aunque quizá sin ser muy consciente de ello.

Todos vivimos en un gran desierto pero como bien dice el principito lo hermoso del desierto es que siempre esconde pozos de agua.


Así que si alguna vez nos topamos con el principito en cualquiera de los aspecto que se presente espero que sigamos el consejo del aviador y no le demos la espalda.

“Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú y solo tú tendrás estrellas que saben reír!”

Deseando que la risa del principito os acompañe en vuestro día a día, y que nunca dejéis de ver la belleza de las cosas invisibles y verdaderas se despide.
Gota de lluvia

lunes, 12 de octubre de 2015

Ofrenda a la tormenta: El desenlace


Hemos tenido una nueva reunión de soñadores y hemos concluido la trilogía del Baztan. 

De nuevo la muerte visita la región y Amaia se ve envuelta en un nuevo caso trágico pero aparentemente rutinario. 
Pronto nuestra inspectora empieza a sospechar que existe una relación entre varios casos similares, a la vez que sus antiguos casos resueltos, y que desataron la tensión en el valle, vuelven con nuevos brios.

En este libro se puede ver con más claridad ese puzzle que la autora ha trazado a lo largo de los tres libros, la conexión especial con Amaia y las fuerzas que han sido desatadas en el valle.
No es casualidad que el personaje de Mari interactue una y otra vez con Amaia y todos los seres mágicos intenten hacerle comprender algo.
La confrontación es ya un hecho y la batalla final decidirá si consigue lavarse la ofensa perpetrada tiempo atrás. 

Amaia sigue en una lucha consigo misma que le lleva a alejarse de su marido e hijo, y descubrimos de nuevo a este personaje fuerte que esconde una gran fragilidad, que le hace más vulnerable y como de algún modo su lucha interna se refleja en lo que está ocurriendo en el valle.
Siguen presentes los mismos personajes, y la autora nos depara algunas sorpresas desagradables que hacen caer más a Amaia en su propio abismo del cual únicamente ella podrá salir para enfrentarse a su destino.

Si bien la trama se cierra, es cierto que la autora nos deja abierta la posibilidad de regreso de Amaia en nuevos casos. Aunque el personaje de Rosario también tiene una resolución, aquí en mi opinión la autora lo ha despachado rápidamente, cuando se merecía un gran final por todo lo que nos ha hecho sufrir.
Aún así, y aunque la presencia de los seres especiales que han rodeado a Amaia durante todo el camino no se hacen patentes de un modo tan real, sino que en este caso se han vuelto a fundir con la naturaleza, la trilogía tiene un buen final, y nos deja con ganas de seguir la pista en nuevas aventuras  a Amaia.

"El ser humano busca a Dios desde el principio de los tiempos, porque hacerlo es buscarse a sí mismo y el hombre no puede renunciar a su propia naturaleza espiritual; por más que grite a los cuatro vientos lo contrario, tarde o temprano seguirá un dogma, una doctrina, una regla existencial perfecta que le dará la pauta de vida, la fórmula de la plenitud y la protección frente al abismo del universo y al vacío de la muerte. Da igual, ateos, santeros, consumistas irredentos, seguidores de cualquier creencia o moda, todos los seres humanos ansían lo mismo, vivir una vida de perfección y equilibrio. De un modo u otro buscan una suerte de santidad, buscan la protección, la fórmula para defenderse de los peligros del mundo. La mayoría pasa por la vida sin hacer daño a nadie, pero a veces esa búsqueda lleva a caer en manos del mal."

Deseando que los guardianes invisibles y protectores acompañen nuestros pasos, nos despedimos hasta la próxima.
Gota de Lluvia