Cita

Un libro abierto es un cerebro que habla; Cerrado un amigo que espera; Olvidado, un alma que perdona; Destruido, un corazón que llora
PROVERBIO HINDU

lunes, 26 de diciembre de 2016

Otras voces, otros ámbitos: Una voz que busca su lugar en el mundo

Hemos tenido nuestra ultima reunión de soñadores del año, y para concluir este ciclo de novelistas norteamericanos, hemos leído la primera novela de Truman Capote “Otras voces, otros ámbitos” 
En una primera lectura sorprende la maestría y poesía que poseía al escribir Capote, que aún era muy joven cuando escribió esta novela. Pronto nos acabamos viendo atrapados con su particular manera de escribir y su particular visión del mundo. En este viaje iniciatico en el que Joel aprende o al menos intenta descubrir quién es él, pululan una serie de personajes estrambóticos, peculiares y a veces esperpenticos que sin embargo tienen algo que los hace entrañables y muy humanos.

 "Además, esta es una región desolada. Y aquí, en las hondonadas pantanosas en que florecen tigridias del tamaño de la cabeza de un hombre, hay luminosos troncos verdes que brillan bajo las oscuras aguas cenagosas como cadáveres de hombres ahogados. A menudo el único movimiento que se distingue en el paisaje es el humo invernal que sale enroscándose de la chimenea de alguna granja de aspecto tétrico, o un pájaro de alas rígidas, silencioso y con ojos como flechas, volando en círculo por sobre los desiertos pinares.  "

También esta esa sensación de tristeza que siempre acompaña las obras de Truman Capote. No puedo evitar pensar que era un ser sensible y delicado a pesar de su imagen de personaje publico y superficial que solo buscaba encontrar de algún modo como el protagonista de la novela, su lugar en el mundo.
Siempre me entristece saber que no lo logro, aunque creo que en sus novelas siempre perdurará esa lucha y quiero creer que algún día de algún modo sus personajes y él mismo encontrarán su lugar.

La novela está llena de personajes atrapados en los misteriosos pantanos del sur de Estados Unidos, parecen que esos pantanos atraen a los personajes y a la vez les condenan.
Quizá como ocurre en los pantanos tienen que encontrar el camino correcto para poder salir de ellos, ya que sino se irán hundiendo poco a poco en sus aguas, atrapados en su propio mundo.

En esta novela todos los personajes parecen totalmente atrapados por ese influjo y esa magia del sur, con sus supersticiones y soledades.

Uno de los personajes que quizás destaca es Idabel esa niña que parece tan bruta y que resulta ser el personaje más natural y autentico de todos, al que cuando Joel lo descubre realmente acaba encontrando la oportunidad de una verdadera amistad.

Capote con su particular sensibilidad nos hace pensar y llegar a entender lo importante que es tener dentro de nosotros un pequeño refugio, una isla luminosa en la que poder reposar nuestras cansados pies cuando las tempestades nos sacuden, para no perdernos y quedar atrapados en los pantanos llenos de lodo de la vida. 
Esos lodazales en los que acabo atrapado el propio Capote por no ser capaz de encontrar su propia isla en la que refugiarse aunque todo lo demás arda a tu alrededor.


Así que como último deseo de este año que termina, os deseo la capacidad de encontrar lo más luminoso y sagrado de nosotros mismos y cuidar nuestra pequeña isla interior para poder tener siempre la capacidad de seguir luchando y no quedar atrapados en los pantanos de la vida. Cómo alguien dijo una vez la salida es siempre hacia dentro de nosotros. 

Gota de Lluvia




miércoles, 23 de noviembre de 2016

"Matar un ruiseñor" : Símbolo de lo más elevado en nosotros

     Hemos tenido una nueva reunión de soñadores, está vez con un libro precioso y delicado, lleno de matices y que a pesar de ser escrito hace más de 50 años sigue hablando de temas universales como la justicia, la inocencia y su perdida, la educación...

Se trata de “Matar un ruiseñor” de Harper Lee, conocido por su maravillosa versión cinematográfica.
Sin menospreciar en nada a su película, que me parece maravillosa nos hallamos ante un libro tan sutil y delicado, tan lleno de matices que merece la pena degustarlo de vez en cuando para volver a hacerse esas preguntas que siempre consciente o inconscientemente rondan el corazón humano. Cada uno de los personajes de la novela están magistralmente descritos, podemos entenderlos, ver sus diferentes complejidades y aún así saber que cada vez que volvamos a ellos seguirán descubriéndonos nuevos matices.

La historia es contada a través de los ojos de la niña Scout, que va entrando poco a poco en la edad adulta y de este modo perdiendo esa inocencia infantil y nos hace descubrir que el sentido de justicia es inherente en el ser humano.

A través de Scout, Jem y Dill, niños que son expuestos a las injusticias y que no logran entender el porque, a través de ese triste despertar al mundo de los adultos, van perdiendo esa inocencia que les hace entender mejor que nadie lo que es injusto, ellos lo palpan, lo experimentan en sus huesos y no entienden la pasividad de los adultos ante ciertos hechos.

“Esto pensaba yo también —dijo por fin— cuando tenía tu edad. Si sólo hay una clase de personas, ¿por qué no pueden tolerarse unas a otras? Si todos son semejantes, ¿cómo salen de su camino para despreciarse unos a otros? Scout, creo que empiezo a comprender una cosa. Creo que empiezo a comprender por qué Boo Radley ha estado encerrado en su casa todo este tiempo… Ha sido porque quiere estar dentro.”

Como contrapunto de ese desengaño está la figura de Atticus que se alza como estandarte de los valores que nos acercan a lo justo, a lo autentico.
Atticus no solo nos va enseñando a lo largo del libro, nos obliga a reflexionar, a entender que un niño necesita para aprender a ser un buen adulto que confíen en él, que le expliquen que no todos los comportamientos incorrectos y crueles quieren decir que detrás haya malas personas, que los seres humanos estamos llenos de grises y que debemos esforzarnos día a día, debemos aprender a actuar y a no quedarnos como los habitantes de Maycomb esperando que otros actúen por nosotros.

“—En primer lugar —dijo—, si sabes aprender una lección sencilla, Scout, convivirás mucho mejor con toda clase de personas. Uno no comprende de veras a una persona hasta que considera las cosas desde su punto de vista…
—¿Qué dice, señor?
—Hasta que se mete en el pellejo del otro y anda por ahí como si fuera el otro. ”

Atticus al aceptar defender a Tom les obliga a posicionarse, a tener que actuar. En Maycomb todos viven en sitios estancos sin mezclar, sin avanzar, sin luchar, no se plantean ni siquiera si es correcto o incorrecto hasta que son obligado a tomar partido y no pueden ignorarlo más. De hecho se trata quizá de una de las grandes lecciones del libro, debemos de estar asentados en unos buenos valores y actuar en consecuencia a ellos, de nada sirve esos valores si no somos capaces de ponerlos en movimiento.
La vida es acción, la única manera de avanzar y de no matar a nuestros ruiseñores interiores es tomar posición y actuar en consecuencia, puede que no salgan las cosas como esperábamos pero al menos seguimos en la lucha, seguimos adelante.


“Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor.”

Esa perdida de la inocencia de los niños puede tener dos consecuencias: Verse devorados por el mundo y no encontrar respuesta a esas injusticias que intuyen y caer en un pozo vacío o encontrar adultos con valores y que obren en consecuencia y que les hagan entender que siempre hay posibilidad de luchar, de mantener lo mejor de la inocencia infantil en nuestros corazones, de no dejarse vencer y luchar siempre por lo justo, lo correcto aquello autentico y verdadero que anida en el corazón humano y está conectado con la verdadera justicia, la verdadera bondad, esa que hace que avanzamos a pesar de los tropiezos y las dificultades, esa que no nos permiten matar a nuestro ruiseñor interior, que contiene lo mejor y más elevado que hay en nosotros.

“Porque vosotros sois niños y podéis comprenderlo —dijo—, y porque he oído a ése… —Y con un ademán de cabeza indicó a Dill—. Las cosas del mundo no le han pervertido el instinto todavía. Deja que se haga un poco mayor y ya no sentirá asco ni llorará. Quizá se le antoje que las cosas no están… del todo bien, digamos, pero no llorará; cuando tenga unos años más, ya no.“—¿Llorar por qué, míster Raymond? —La masculinidad de Dill empezaba a dar fe de vida.
—Llorar por el infierno puro y simple en que unas personas hunden a otras… sin detenerse a pensarlo tan sólo.” 

Deseando que siempre luchemos por ser coherentes con nosotros mismos y dar lo mejor que poseemos, por dejar a nuestro ruiseñor cantar con voz alta y clara en nuestro interior se despide

Gota de Lluvia




lunes, 31 de octubre de 2016

El Gran Gatsby: Atrapado por un sueño

Después de unos meses de descanso los soñadores nos hemos reunido de nuevo con renovadas energías. Para comenzar la nueva trayectoria empezamos con un clásico de la literatura norteamericana “El Gran Gatsby” de F. Scott. Fitzgerald.

El libro no solo retrata una época, la de los años 20 y el anuncio lento de su decadencia marcada por el crack del 29 sino que, podríamos definirla como la presentación de un antihéroe condenado como su época a la extinción.
Jay Gatsby, personaje que sobrevuela toda la novela pero al que realmente nunca llegamos a conocer totalmente, solo sabemos de él aquello que Nick Carraway nos cuenta. 
Descubrimos y vislumbramos a esa persona luchadora y a la vez atrapada en un sueño que persigue y a la vez le condena. 

Su anhelo, su lucha por atraer de nuevo a Daisy a su vida le hace caminar, sacar lo mejor de él, no caer en la superficialidad y banalidad corrompida que le rodea, luchar hasta convertirse en una especie de héroe que continua siempre adelante pero también le atrapa y sentencia como un personaje al que su propio romanticismo y anhelo de perfección condena para este mundo y por ello debe pagar un precio por intentar alcanzar la luz del sol. Una especie de Ícaro moderno que intento volar demasiado cerca del sol, sin ser muy consciente que eso era a su vez su perdición.

Gatsby nos seduce desde el principio y nos atrae como a todos los personajes que desfilan por sus fiestas, y como ellos nos inventamos y creamos al Jay Gatsby que mejor se adapta a la idea del momento, pero nadie ni siquiera Nick, que parece acercarse a él, ni Daisy, sueño dorado por el que lucha, parecen molestarse en intentar comprender al hombre detrás del mito, de la parafernalia, del glamour y la frivolidad.

A menudo llegaban y se marchaban sin siquiera haber visto a Gatsby; venían en pos de una fiesta con una simplicidad de corazón que era su propia boleta de entrada. 

Nos hallamos de nuevo ante un juego de espejos en el que Jay y Myrtle son finalmente las víctimas atrapadas en sueños y anhelos de perfección, de una vida mejor, a las que les condenan casi desde el principio Daisy y Tom, claro que de eso no somos conscientes hasta el final, cuando recorriendo toda la novela entendemos que el matrimonio Buchanan siempre “jugo” desde su posición acomodada y frívola con ellos, tal vez lo hicieron inconscientemente atrapados en su propio mundo de riqueza en el que nada posee profundidad.


No dista tanto esa sociedad americana de los años 20 de la frivolidad de hoy en día, donde aún hay Jays que luchan por algo mejor, más puro, más autentico, más real que este juego de apariencias, de consumismo que nos atrapa y nos impide verlos, mientras nos hace mantenernos como Daisy en el lugar que creemos nos corresponde sin molestarnos en mirar al otro a los ojos, en entender que quizá la apuesta de Gatsby es más arriesgada, y si parece atraparle en un pasado pero quizá … quizá nos acerque a un futuro mejor si somos capaces de entender durante un momento el largo alcance de su mirada, si logramos ver la luz verde de la bahía y luchar por ella, y también de ver más allá y no dejarnos atrapar por ella pero a la vez tenerla como meta.


“La roca del mundo está fuertemente asentada en las alas de un hada” 
F.Scott. Fitzgerald 

Sé que parece una contradicción en si misma pero quizá esta sea la grandeza de Scott Fitzgerald, ser capaz de hallar algún sentido a aquello que puede atraparnos y condenarnos como Gatsby o hacernos mejores personas. En nuestras manos está la elección y la lucha.

Gatsby creía en la luz verde, el futuro orgiástico que año tras año retrocede ante nosotros.
En ese entonces nos fue esquivo, pero no importa; mañana correremos más aprisa extenderemos los brazos más lejos… hasta que, una buena mañana…

De esta manera seguimos avanzando con laboriosidad, barcos contra la corriente, en regresión sin pausa hacia el pasado.

Deseando que nunca os quedéis atrapados en el pasado y siempre aprendiendo de él luchéis por aquello que realmente hace cantar vuestra alma se despide


Gota de Lluvia

sábado, 2 de julio de 2016

Alicia en el País de las Maravillas: Viaje al héroe interior

Hemos tenido una  nueva reunión de soñadores, en este caso para celebrar el 151 aniversario de la publicación de Alicia en el país de las maravillas.


Este cuento fue escrito para disfrute de los niños y hacerles comprender la necesidad de organizar nuestro interior de un modo que solo los niños logran entender. Como adultos nos hace falta darles vueltas a las cosas y comportarnos como el sombrerero loco y la liebre de marzo saltando de sitio en sitio para conseguir un poco más de té; sin tener muy claro de porque queremos atrapar el té o el tiempo...


Hoy en día, Alicia se hace más un cuento para adultos que para niños, quizá porque estamos dejando que los niños sean niños muy poco tiempo... Los adultos encuentran claves que indagando un poco en ellas, también les da pautas para entender nuestro caótico mundo interior y transformarnos en nuestros propios héroes.

Todo héroe debe emprender un viaje, que le enfrente a si mismo y le ayude a reconocer quien es y hacerle más fuerte, más consciente, más dueño de su propia vida .
Las pruebas a las que debemos enfrentarnos suelen aparecer ante nosotros de modos diversos y diferentes y a veces en los sueños es donde más claramente se ven, aunque sea un juego de espejos que nos confunde.

La reina de corazones es una pasión irrefrenable que quiere conseguir salirse con la suya a toda costa y si no corta cabezas a diestro y siniestro. Tampoco hay que pensar mucho para entender cuantas veces nos dejamos llevar por nuestros propios caprichos sin control ¿verdad?
Alicia está llena de símbolos que nos guían y marcan el camino para poder ser nuestros propios héroes. Carroll quería regalarles esa oportunidad a los niños, para poder ser adultos mejores, a la vez que quería divertir y llenar el mundo de juegos, lógica e imaginación.

¿No sería el mundo un poco mejor si escucharíamos a nuestro gato interior contemplando el caos sin inmutarse y diciéndonos que debemos saber hacia donde queremos ir para no acabar en cualquier lado?

No hay formulas mágicas para ser nuestro propio héroe, para ser Alicia en el Pais de las Maravillas y comprender quienes somos realmente, para enfrentarnos a nuestros miedos y descubrir que solo son cartas de una baraja, lo sé, pero si nos arriesgamos a viajar por el mundo de las maravillas, si nos atrevemos a mirar un poco nuestro interior, a crecer y decrecer y aún así seguir avanzando... a bailar en medio de la lluvia cuando sentimos la necesidad de reír, de ser un poco más consecuentes con nuestro interior, quizás entonces el mundo sea más imaginativo y creativo, quizá no necesitaremos Lewis que se lancen a la aventura de escribir cuentos para guardar a través del tiempo. 

Cuentos que nos hagan preguntas y que nos lleven a mundos maravillosos y locos, quizá no harían falta porque los llevamos con nosotros pero hasta que llegue ese momento, siempre tendremos la oportunidad de volver a visitar el Pais de las Maravillas, el otro lado del espejo, gracias a Alicia y su deseo de mostrar al héroe que todos llevamos dentro, aunque aún este dormido...

Con el deseo de que el verano os de nuevas oportunidades de crecer como seres humanos, se despide.

Gota de Lluvia

domingo, 22 de mayo de 2016

Otra vuelta de tuerca: la ambigüedad reina en la mansión Bly

Hemos tenido una nueva reunión de soñadores, esta vez con un libro de Henry James “Otra vuelta de tuerca”.

En su momento fue un libro que conmociono ya que dio como su propio nombre indica otra vuelta de tuerca a los libros sobre fantasmas por la aparición de niños en el relato y sobretodo por su ambigüedad.
Una ambigüedad que sigue persistiendo hoy en día.

¿Qué quiso decirnos realmente Henry James? ¿Existen los fantasmas o se trata de nuestros fantasmas interiores?
Aunque parece que me voy a unir al carro de la ambigüedad, creo que nos habla de las dos cosas porque de algún modo nuestros fantasmas a veces saltan de nosotros y se convierten en algo tangible y real que puede habitar fuera y acaban existiendo los fantasmas como ente propio.

Realmente nunca sabremos la verdad, quizá sea la grandeza de este libro, una colección de cajitas chinas que van abriendo nuevas cajas y cuando llegamos a la última, la más pequeña y escondida está vacía y nos quedamos sin respuesta, aunque tal vez, a fin de cuentas, la respuesta está a lo largo de todo el viaje.
Para empezar, la historia está contada desde un punto de vista, el de la institutriz, que no posee nombre, con lo cual todo lo que nos cuenta es lo que ella ha visto, experimentado o  lo que quiere que veamos, ya que necesita que la justifiquemos.

Independientemente de que realmente haya visto a aquellos fantasmas que iban tras los niños, parece empeñarse mucho en remarcarnos lo angelicales que son ellos y lo simple y vulgar que se siente ella. 
Su única confidente, la señora Grose parece estar en la historia para darle la razón y teniendo en cuenta que ella cuenta la historia siempre deja la sensación de que no se nos cuenta todo lo que la señora Grose decía realmente.

La ambigüedad es continua en la relación con los niños especialmente con Miles, pero la habilidad de Henry James es que es tan sutil y delicada que no sabemos si es cosa nuestra esa sensación extraña y un poco perversa, nada natural de la relación hacia el o realmente la institutriz oculta ciertos sentimientos hacia el niño.

Cada lector deberá sacar sus propias conclusiones y nunca sabremos que ocurrió realmente en la mansión Bly.



Y quizá sea esa la originalidad del libro, lo que empieza como luz y belleza acaba convirtiéndose en algo oscuro y sombrío, habla de la creación literaria y de la capacidad creativa, de nuestros propios miedos al amor, a perdernos y llegar a destruir a aquello que decimos amar.

Tal vez, al final se trate de no perdernos en cajitas chinas, que vamos ocultando y cerrando con más y más candados en nuestro interior, de ser más sinceros con nuestros temores, atracciones, deseos y confusiones para no llegar a convertirnos en institutrices sin nombres perdidas y atrapadas en laberintos, entre lagos y estancias solitarias donde nadie puede llegar y que juegan a buscar la manera de ser víctimas y verdugos de si mismas.


Deseando que no nos convirtamos en personajes grises atrapados en nuestros propios miedos se despide.

Gota de lluvia

lunes, 2 de mayo de 2016

La tragedia de Ricardo III: La fascinación del mal

Hemos tenido una nueva reunión de soñadores, está vez reflexionando con uno de los grandes genios de la literatura Universal: William Shakespeare.
Hemos elegido “la tragedia de Ricardo III”. 
En ella Shakespeare dibuja uno de sus más despiadados personajes: Ricardo III. 
Primeramente me gustaría dejar claro que el Ricardo histórico poco tiene que ver con el malvado Ricardo de esta tragedia, así que nos centraremos únicamente en el ser creado por la pluma de Shakespeare y que como es habitual en él, no deja de ser un modo catártico de enfrentarnos a nosotros mismos.

Dicho esto estamos ante un personaje que nos fascina a pesar de sus atrocidades y fealdad.
Shakespeare utiliza casi una caricatura del ansia desmesurada del hombre por el poder, ese deseo que todo ser humano lleva dentro de alcanzar algún tipo de poder.

En un principio podría parecernos extraño el atractivo que puede llegar a ejercer en nosotros Ricardo, ya que parece estar tejido de sus propios intereses y en ningún momento se ve rastro de compasión o arrepentimiento ante sus fechorías.

Quizá lo fascinante del personaje es que asume su fealdad, que no tiene reparos en reconocerla y no pretende que se le tenga lastima e incluso asume que va a entrar en el juego de hacer lo necesario para conseguir poder, no es el hecho de conseguir ser rey, se trata más bien de un deseo de entrar en un juego de poder y no le importa la sangre que tenga que derramar para demostrar que no solo puedo jugar sino que puede ganar.
En este juego él decide convertirse en un ser amoral, apagar su conciencia y jugar aunque le cueste su alma.
En otros malvados de Shakespeare, Macbeth por ejemplo, tienen quien les va llevando por es senda, ellos se dejan llevar cierto es, pero parecen tener un motor exterior que les “anima” a entrar. 

Ricardo no, Ricardo asume esa posición es como si ya que fisicamente es feo y tullido y todos le ven como un pobre infeliz decidiría darles una lección demostrando que no le importa convertir su interior en reflejo de su exterior pero con un cierto punto de ironía. Sabe que la caída será enorme y posiblemente acabará con él, pero de algún modo asume las consecuencias de su horrible comportamiento.
Quizá sea esto lo que nos fascine del personaje, sus asesinados le atormentan en los sueños, sabe que tarde o temprano acabarán con él y aún así se empeña y esfuerza en ser manipulador, egoísta, asesino, malvado todo lo posible y más.

¿Shakespeare nos prevenía de nuestra costumbre de empeñarnos en dejarnos guiar por nuestros instintos más bajos a pesar de saber que no va a acabar bien?
Ricardo muere solo y con un pueblo que suspira aliviado de quitarse de encima al monstruo. ¿Le merece la pena a nuestro antihéroe apagar su conciencia solo para demostrar que puede jugar a este juego de poder?

Realmente creo que la genialidad de Shakespeare es presentarnos nuestros más bajos instintos llevados al extremo y dejar las preguntas planteadas, las cartas mostradas... ahora nuestro es el esfuerzo de buscar las respuesta,s de reflexionar sobre esas situaciones que todo humano vive dentro de si, eso si agrandadas y llevadas al extremo.
Pero no solo se trata de Ricardo, cada personaje actúa y se enfrenta a las pasiones de un modo u otro. Curiosamente las que sobreviven, excepto algún que otro caso, a la acción destructora de ese tornado llamado Ricardo son las mujeres.
Muchas de ellas arrastraran sus tristezas pero parecen ser capaces de no entrar totalmente en el juego de sombras al que arrastra a prácticamente todos los personajes masculinos Ricardo.

Me gusta el juego de plantear las preguntas y dejar que reflexionemos  e intentemos desde nuestro interior y nuestras experiencias aplicar lo propuesto por Shakespeare.

Ya que somos actores de nuestra propia aventura atrevámonos a jugar, a actuar y a cambiar el guión de nuestra vida si creemos que ya es hora de dejar de ser víctimas de nosotros mismos.

Con estos deseos se despide 

Gota de lluvia

viernes, 1 de abril de 2016

Jonathan Strange y el Sr Norrell: Esperando el regreso del Rey Cuervo

Hemos tenido una nueva reunión de soñadores, bueno en realidad dos antes de comenzar estas breves lineas pero como la novela que hemos leído era un poco larga hemos utilizado dos reuniones para finalizarla. 

Se trata de “Jonathan Strange y el señor Norrell” novela escrita por Susanna Clarke y que nos adentra en la Inglaterra del S.XIX, pero es una Inglaterra un poco peculiar, en ella durante la Edad Media la magia circulaba libremente, gracias en parte al Rey Cuervo, rey del Norte, personaje misterioso y enigmático que recorre las páginas del libro como un ser omnipresente. 

Durante algún instante he tenido la sensación de que toda la historia es un sueño o una premonición salida de su mente aunque como los sueños nunca sabremos realmente cuanto hay de verdad y cuanto de imaginación...

Es un libro escrito en un lenguaje propio de la época que retrata y que puede recordar a las novelas de Dickens y Austen por el detallado perfil psicológico de los personajes.

Puede resultar, sobretodo a personas no habituadas a cierto lenguaje un poco denso en un principio, yo recomendaría hacer un esfuerzo porque una vez el puzzle empieza a tomar forma se transforma en un delicioso cuadro lleno de matices y personajes fantásticamente descritos psicológicamente.


Se mezclan personajes históricos que le dan profundidad y credibilidad a la perdida de la magia, del mismo modo las notas al pie de página, son como un libro dentro del libro que nos sitúan en una época histórica en la que es fácil acabar esperando con anhelo el regreso de la magia a Inglaterra.

Norrell es un personaje huraño, un poco odioso para el lector pero a la vez acabas comprendiendo sus recelos y por que a veces hace lo que hace. Jonathan en cambio es más impulsivo y quizá se deja guiar más por una suerte de intuición que Norrell empecinado en razonamientos demasiado intelectuales a veces no es capaz de entender. De algún modo dejando de lado sus diferencias ambos se complementan y podrían crear la imagen de un gran mago con prudencia, serenidad pero la audacia suficiente para enfrentarse a los hechos que se van presentando.

Los personajes secundarios (Vinculus, Childermass...) son retratados con gran maestría y aunque con ciertas extravagancias podemos ver las diferentes facetas que como seres humanos conviven en nuestro interior. 

El libro resulta un viaje en busca del regreso de la magia a Inglaterra, con aventuras, advertencias del mal uso e incluso personajes oscuros revestidos de lógica y seguridad de que no están haciendo nada malo sino su función, pero quizá también se trate del regreso de la magia a nuestras vidas no en el sentido de grandes milagros o actuaciones fabulosas sino de la magia que habita en nosotros, la misma que rodea los bosques, los ríos, este planeta y que quizá nos demuestra que el rey cuervo permanece aquí a nuestro lado solo está esperando que sacamos las fuerzas y reclamemos el lugar que nos corresponde en esta vida.


Deseando que la magia de vuestros corazones salga a la luz se despide

Gota de lluvia

lunes, 1 de febrero de 2016

Sócrates: fiel a sí mismo hasta el final

Hemos tenido una nueva reunión de soñadores, esta vez ha sido un poco diferente, ya que hemos tratado la apología de Sócrates escrita por Platón, y hemos intentado descubrir las claves de porque tanto tiempo después las enseñanzas, el ejemplo, valor y dignidad de Sócrates nos siguen atrayendo. 



El juicio realizado a Sócrates causo en su época gran impacto y aún hoy en día nos sigue impresionando. Quizá incluso hoy, tanto tiempo después, no seamos capaces de entender realmente su magnitud. 
La apología tiene varias claves y se puede leer e interpretar en cualquiera de ellas. Desde un punto de vista moral descubrimos la búsqueda de la verdad de Sócrates, su vinculo hacia lo bueno, lo justo y lo verdadero.

Su inmenso amor hacia Atenas y sus ciudadanos le llevo a no traicionar jamás a sus leyes incluso cuando estas le habían condenado debido a la estupidez, la ignorancia y el temor que muchas veces anida en el corazón de los humanos y nos impide ver más allá. 

Su juicio aunque presentado por unos acusadores, escondía como el mismo dice la sombra de los acusadores en la sombra, enemigos que se fue ganando a lo largo de 20 años debido a su búsqueda de la verdad, a su empeño en dar ejemplo y mostrar las faltas, no por malicia o para burlarse sino con la intención de educar, de aprender a ser mejores, pero entonces como ahora, nunca nos gusta a los seres humanos que nos señalen nuestros defectos y nos animen a mejorar, muchas veces por el contrario lo sentimos como un ataque.

Platón nos muestra como Sócrates se defendió a si mismo y permaneció fiel a sus ideales de nobleza e integridad, legándonos con su ejemplo la más bella prueba de que podemos ser mejores de lo que somos, de que podemos esforzarnos y hacer un mundo un poco más bello y más justo persiguiendo la verdad y la bondad.
En el texto percibimos también el homenaje y el amor de Platón a su maestro, a ese hombre tan peculiar que paseo por nuestra historia y nos enseño que hay una sabiduría, que es eterna, que debe ser transmitida y que si tenemos el corazón lo suficiente abierto encontraremos el camino que nos lleve a ella,y nos ayude a ser una versión mejor de nosotros mismos.

Dentro de este juicio hay diferentes personajes (Sócrates, Platon, acusadores, jueces...) de nosotros depende cual elegimos ser o de cual intentamos aprender.



Deseando que en vuestros corazones anide siempre el 
deseo y la lucha por ser cada día un poco mejores, se despide hasta la próxima
Gota de Lluvia